En la pandemia establecimos un cambio de protocolo por el covid19 para disminuir el riesgo de contagio por contaminación cruzada entre mesas. En los primeros meses en los que todos pasamos tanto miedo, el gesto de cambiar cubiertos en cada uno de los platos nos dificultaba la seguridad de nuestros comensales, ya que se hace muy tediosa e imposible la desinfección de manos de nuestro personal de sala cada vez que tocasen los cubiertos.

Tras dos años aplicando este cambio, nos dimos cuenta de cómo suele ser innecesario hacer tantos cambios de cubertería durante los 14 pasos, sin ser utilizados por los clientes. Junto con el resto de comportamientos que llevamos a cabo en cocina para fomentar la sostenibilidad, creemos que esta es otra medida que ayuda al ahorro de agua y a la disminución de residuos a través de jabones y químicos en nuestras aguas. No sentimos muy responsables de fomentar una cocina sostenible, no sólo con los productos, también en nuestra forma de trabajar y para nosotros este pequeño gesto es congruente en valores.

No obstante, por supuesto, podemos cambiar los cubiertos que nuestros clientes nos soliciten las veces que requieran.